viernes, setiembre 22, 2006

WOODMAN, ACUÉRDATE QUE NO TODO ES FÚTBOL

Quienes lo conocen a fondo afirman que no es tan de derecha ni tampoco tan derecho.¿Qué es, entonces?.Al "colorado" como le llaman a Arturo Woodman Pollit le recuerdan en las cálidas tierras piuranas como trabajador, sensible a los problemas sociales,de trato sencillo hasta con los "churres" patas calatas, como se conoce a los niños de por allá.

Es decir, no es tan de derecha. Pero, al mismo tiempo, los de la otra vereda, lo ven como hombre tenaz, terco, sobre todo si se trata de ganar dinero, aunque esto signifique quebrar algunos esquemas éticos. En resumen, no es tan derecho. ¿Qué primará ahora en el espíritu de este personaje decidido, ambicioso, perseverante, a quién se le ha dado el cargo de Presidente del Instituto Peruano del Deporte?.

Woodman está investido prácticamente con el rango de Ministro de Deportes, tal como ocurre en otros países, y seguro que hará una alquimia, con algo de chicha norteña, para sacar adelante una institución que, a lo mejor, no servirá para llenar sus arcas dinerarias, pero al menos le dará honor, que de eso también, aunque parezca mentira,vive la gente que se alinea descaradamente como neoliberal.

Digo eso, porque me pongo a pensar qué busca alguien que este próximo 16 de octubre, no bailará tondero como lo hacía en el "biduque",en sus tiempos mozos, pero al menos celebrará tranquilamente sus 75 años bien vividos y bien comidos, en una mesa recontra bien servida, con decir que los cubiertos de plata y los manteles de seda le pertenecen a Dionisio Romero... nada menos.

De tal manera que habrá que creer que al "colorado", joven espiritualmente y viejo sumando soles, está llevado de la intención de dejarle parte de su herencia a la tierra que lo vio nacer y que mejor que en el campo del deporte, en donde a la par que en el quehacer empresarial, ha dedicado gran parte de su existencia.Pero, ¿en dónde está la herencia?

Habría que retroceder en el túnel del ayer.Retornar a los días del Miguel Grau, en donde al lado de Gustavo Mohme Llona, hizo mucho porque tal club piurano luciera orgulloso sus camisetas albas, mostrando el rostro de vencedor.Desde entonces, para adelante, el "colorado" ha estado ligado al deporte, al fútbol de manera especial y quizás, por eso, en tiempos muy recientes la sudó con valor hasta lograr los éxitos de la Copa América en el 2004 y del Mundial Sub-17 en el 2005.

¿ Podrá entregar tal herencia?. Un poco difícil, pero no imposible.Esto porque todos ven que tal como están las cosas, con una Federación de Fútbol hartamente cuestionada, eso de comprometerse de llevar al Perú al mundial, se parece al sueño de sacar al país del subdesarrollo político, económico y social.

Pero... en fin, no todo es patear pelota, también es deporte el atletismo, la gimnasia, el basquetbol, el voley, el box y así una serie de disciplinas que están por los suelos, si se compara con lo logrado en tiempos que no volverán.

Nadie en su sano juicio le podrá pedir a Woodman que haga lo mismo que hizo cuando el asunto del Puerto de Matarani, en donde ¡Santa Sofía... puertos!, que es el nombre de su empresa, y el Grupo Romero se alzó con una licitación, donde solo hubo un postor, pero al menos que haga la prueba de romper con viejas costumbres y, sobre todo, argollas que de deporte solo saben tener pase libre para viajar al exterior y hacer turismo, sin importarles verdaderamente la trascendencia del deporte como actividad humana y desarrollo social.

Suerte, entonces "colorado", si se trata de gastar hazlo como hombre de derecha que sabe en dónde está la plata y si se trata de trabajar por el bien del deporte nacional, pórtate derecho, que nada te cuesta.