DIGNIDAD, PALABRA A LA QUE LE CORREN ALGUNOS POLITICOS
Oiga Victor Andrés,en nuestro medio como en todo lugar civilizado, existe un librito en que se explican los vocablos del idioma por orden alfabético. Su nombre académico es el de diccionario de la lengua, pero otros , con propiedad, le llaman "mataburro".
Sería conveniente que adquiriera uno, pero en caso no le alcance los ingresos que ahora percibe como congresista, vaya inmediatamente a la bien dotada biblioteca del Poder Legislativo donde, con toda seguridad, podrá hacer uso ilustrado del mismo. En todo caso , si quiere evitar miradas impertinentes, recurra, entonces, a la generosidad de algún amigo y su sed de saber será satisfecha.
Le hago esta sugerencia porque, al parecer, usted desconoce el significado de la palabra dignidad,o por lo menos no la tuvo en cuenta, luego de la tremenda metida de pata en que incurrió en el hemiciclo, al anunciar, con rostro compungido, la falsa noticia del paso al más allá de su correligionario y ex presidente de la república, Valentín Paniagua Corazao.
Repito, tengo mis dudas, porque si la conociera, entonces su reacción pudiera haber sido otra, siempre y cuando le diera valor a la acepción de tal palabra, que la gran mayoría de los legisladores, posiblemente, entiende como aquel que ostenta calidad de digno, que actúa y se comporta con decoro.
El antónimo, tengalo presente, es indignidad.Esto último es el calificativo que merece su comportamiento, luego de su reciente y triste actuación que le cupo en el pleno del Congreso. Primero, porque en lugar de asumir toda la responsabilidad que el caso ameritaba,usted pretendió echar la culpa a un diario y a una agencia de noticias.
Segundo, porque lejos de quedarse callado, corrió a todos los canales de televisión para insistir en lo mismo,incluyendo a algunos funcionarios del Parlamento. Tercero, porque si bien es cierto que hizo un mea culpa en esa pequeña reunión de sus partidarios, que gente como su colega Jhonny Lezcano, llama congreso extraordinario,de sus labios no salió jamás una renuncia al cargo de Presidente de Acción Popular por la grave falta perpetrada, ni siquiera una puesta a disposición de tal función, menos una licencia indefinida.
En ese mini cónclave,usted se contentó con llorar, pero sin derramar lágrimas, y más todavía salió henchido de emoción porque sus copartidarios le tuvieron pena y no condenaron su penosa irresponsabilidad.
¿ Por qué?. Hay quienes no entienden el por qué del indulto.¿Es qué no saben que en política se debe actuar con seriedad? ¿Qué no se debe hacer el ridículo? ¿ Que el Congreso, con su minuto de silencio y los discursos in memorian, ha quedado peor que circo sin carpa? ¿ Que a ojos de los televidentes del exterior, los peruanos no somos otra cosa que unos tristes payasos?.
Por todo esto, mal Victor García Belaunde.Peor los dirigentes de su partido, que al pasar por alto lo ocurrido, han demostrado,también,que no saben lo que significa actuar con decencia en política.A éstos, evidentemente, les falta,de la misma manera,su lexicón,su tesauro, es decir su diccionario.
Sería conveniente que adquiriera uno, pero en caso no le alcance los ingresos que ahora percibe como congresista, vaya inmediatamente a la bien dotada biblioteca del Poder Legislativo donde, con toda seguridad, podrá hacer uso ilustrado del mismo. En todo caso , si quiere evitar miradas impertinentes, recurra, entonces, a la generosidad de algún amigo y su sed de saber será satisfecha.
Le hago esta sugerencia porque, al parecer, usted desconoce el significado de la palabra dignidad,o por lo menos no la tuvo en cuenta, luego de la tremenda metida de pata en que incurrió en el hemiciclo, al anunciar, con rostro compungido, la falsa noticia del paso al más allá de su correligionario y ex presidente de la república, Valentín Paniagua Corazao.
Repito, tengo mis dudas, porque si la conociera, entonces su reacción pudiera haber sido otra, siempre y cuando le diera valor a la acepción de tal palabra, que la gran mayoría de los legisladores, posiblemente, entiende como aquel que ostenta calidad de digno, que actúa y se comporta con decoro.
El antónimo, tengalo presente, es indignidad.Esto último es el calificativo que merece su comportamiento, luego de su reciente y triste actuación que le cupo en el pleno del Congreso. Primero, porque en lugar de asumir toda la responsabilidad que el caso ameritaba,usted pretendió echar la culpa a un diario y a una agencia de noticias.
Segundo, porque lejos de quedarse callado, corrió a todos los canales de televisión para insistir en lo mismo,incluyendo a algunos funcionarios del Parlamento. Tercero, porque si bien es cierto que hizo un mea culpa en esa pequeña reunión de sus partidarios, que gente como su colega Jhonny Lezcano, llama congreso extraordinario,de sus labios no salió jamás una renuncia al cargo de Presidente de Acción Popular por la grave falta perpetrada, ni siquiera una puesta a disposición de tal función, menos una licencia indefinida.
En ese mini cónclave,usted se contentó con llorar, pero sin derramar lágrimas, y más todavía salió henchido de emoción porque sus copartidarios le tuvieron pena y no condenaron su penosa irresponsabilidad.
¿ Por qué?. Hay quienes no entienden el por qué del indulto.¿Es qué no saben que en política se debe actuar con seriedad? ¿Qué no se debe hacer el ridículo? ¿ Que el Congreso, con su minuto de silencio y los discursos in memorian, ha quedado peor que circo sin carpa? ¿ Que a ojos de los televidentes del exterior, los peruanos no somos otra cosa que unos tristes payasos?.
Por todo esto, mal Victor García Belaunde.Peor los dirigentes de su partido, que al pasar por alto lo ocurrido, han demostrado,también,que no saben lo que significa actuar con decencia en política.A éstos, evidentemente, les falta,de la misma manera,su lexicón,su tesauro, es decir su diccionario.
1 Comments:
al parecer dignidad no está en el mataburro de muchos politicos...
Publicar un comentario
<< Home