viernes, agosto 25, 2006

LOS CHAMANES Y LA HISTORIA IMPUNE DE SUS ENGAÑOS

En este país de sueños imposibles, de amores truncos e ilusiones frustradas,tenemos una legión de estafadores, que bajo el disfraz de chamanes, curanderos, astrólogos, santeros y hasta curanderos, hacen de las suyas explotando la ingenuidad de la gente.

Si hubiera que hacer un censo de estos sinverguenzas, los resultados serían sorprendentes. Los encontramos no solo en plazas y calles. Hay quienes han abierto sus "consultorios" y sus "estudios" a vista y paciencia de las autoridades municipales y de la policía nacional, en tanto el Ministerio Público, obligado a defender la legalidad, parece decir que eso no le incumbe. Están en Costa, Sierra y Selva.Aquellos que están en Lima, la capital, se disfrazan de provincianos, quienes van a la región andina, lucen trajes selváticos y lo que llegan a las ciudades del paiche, lucen como foráneos, con un cinismo increíble.

Los incautos los buscan afanosamente. Que no puedes casarte con la mujer de tus sueños, dale de beber ésta pócima, que no tienes trabajo, llevate esta píedra de la buena suerte, que quieres salir de pobre, eleva tus oraciones a San Plato que te sacará de calato,que quieres que fulano se muera por mentiroso, ponle este alfiler en su muñeco, son algunos de sur argumentos mentirosos, que terminan con una lluvia de agua con saliva y, por supuesto, pago de honorarios. Para estos fascinerosos no existe ley.

Por eso, desde hace un tiempo atrás, tienen la osadía colocar avisos en los periódicos de mala entraña y también en los llamados serios. Ambos coinciden , en eso de que aviso es aviso y por tanto plata para la caja. La ética del periódico no cuenta y sin querer queriendo, hacen de cómplices de esos estafadores.Lo mismo ocurre en la televisión y las radioemisoras y hasta con programas propios, por los que dan buena paga. En las páginas salen en contraparte algunas de las andanzas de tales delincuentes.

Se calcula que en Lima ciudad, no hay menos de 8oo maleantes que se hacen de brujos, en tanto que otros dicen que sobrepasan los 2000. Hay para escoger entre estos que con mejor estilo que las gitanas de antaño, leen las cartas, las manos, , que hacen limpias y que hasta invaden el terreno de los curas de parroquia, quienes ni con sus rezos han podido terminar con tal mala competencia. Estos sujetos, hay que llamar la atención de la policía, no solo hacen daño al bolsillo de los idiotas, que creen en sus cuentos.

También les perjudica la salud con unos brebajes que con frecuencia, si no los lleva a la muerte, por lo menos los manda al sanatario en trance de gravedad. A propósito de incautos, no se crea que solo están abajo. También están arriba. Y si no creen, pregúntenle a Alberto Fujimori, quien luego de cada visita secreta a Las Guaringas, regresaba con la seguridad de que nadie descubriría sus delitos y que sería presidente de la república por seculo seculorum...Hoy el tontonazo, está en libertad condicional en Chile.

1 Comments:

Blogger CHRISTIAM SOTOMAYOR said...

No creo que seas la verdadera Cecilia Valenzuela, pero en fin comparto muchas de tus opiniones...

Nos leemos

5:34 p. m.  

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