jueves, agosto 31, 2006

EL DIALOGO VALE ORO CUANDO ES BUENO PARA TODOS

Estimado Jorge Alfonso Alejandro, le remito la presente con sus nombres completos para que no haya confusión alguna y, además, porque tiene el carácter de reservado, que es como se tratan asuntos serios, sobre todo cuando de por medio hay intereses de Estado.

En consecuencia, voy a omitir eso de "Jorgito", con que algunos practicantes de humor negro le indilgan todo confianzudos o de "Chapana", apelativo con el que en los barrios barranquinos, sus íntimos le llaman, en tanto usted esboza una sonrisa condescendiente.

¿Usted se preguntará a qué viene todo este entroito?, sabiendo, además, que soy hombre de pocas palabras. Se lo voy a decir. En los últimos días el país se encontraba en vilo.

Todo por lo que venía ocurriendo en las serranías cajamarquinas, concretamente en Yanacocha, asiento minero en donde el oro está en la epidermis de la piel, en tal cantidad que todos los ojos del mundo le tienen puesta su mirada.

Es tanto, pero tanto el metal aureo, que algunos mal pensados rumoran que el viejo Pancho Pizarro, está que mueve el esqueleto en su tumba, piconazo porque solo le pidió un cuarto lleno de oro al difunto Atahualpa.

Bueno, como le comentaba, todos nos encontrabamos preocupados. Los de arriba, los que no se cansan en decir que ahorro es progreso, por eso del sube y baja de la bolsa de valores, en caso se viniera al suelo la inversión millonaria de dólares hecha en Yanacocha y los de abajo, porque representaba un preanuncio de tiempos peores, con la consiguiente paralización de la producción minera, la ola de desocupación, la desaparición de los pocos soles que hay en la clase trabajadora y un resurgimiento de la violencia, consecuencia del hambre que nos tiene acogotados, pese a todo.

A eso había que agregar la presencia de algunos pajarracos de mal aguero que ya celebraban lo peor.La parvada era visible , pero más visible, la Lourdes, que exclamaba a grito pelado "que eso de pasar el sombrero", "que mejor es imponer una tributación más alta a las mineras", en raro coro de voces con el bandido de Ollanta, que al fin abrió la boca, pero no para contribuir a la solución del problema, sino para demandar lo mismo que su aparente archirival política.

Ambos, en procura de réditos proselitistas, les importaba un bledo que se quebrara la legislación vigente, a cuyo amparo se vienen haciendo los contratos mineros.Felizmente el gobierno que usted representa optó por lo más sensato.

Buscó el diálogo, pero no a la criolla ni con cámaras de televisión de por medio. No, usted recurrió a un mecanismo que no se practica mucho en nuestro medio. Reunió a los protestantes en una sala e hizo lo mismo con los protestados en otra.

Escuchó serenamente a los primeros,tomó nota y luego fue, todo acomedido,a conversar con los segundos. Y asi se pasó la tarde y parte de la noche, gastando suela y bebiendo, de pocos, algunos sorbos de agua. El resultado vino, por fin.Claro, los protestantes han decidido levantar sus medidas de fuerza. Los protestados reanudar sus faenas mineras.

Con ello, nuevamente, el país pudo dormir tranquilo, aunque no tanto a decir verdad. Pero, no por eso, le vamos a regatear nuestras felicitaciones. Se las damos con franqueza y sin amarres de por medio, desde nuestra posición de independientes. Ha demostrado que tienen más allá de habilidades, virtudes, y eso es reconfortante en un país en donde el diálogo no se practica en serio.

Digo esto, porque la mayor de las veces hay quienes llaman diálogo a la aceptación inmediata de sus reclamos y de no ser así, entoncers, salen con eso de que "el gobierno no sabe dialogar".

Bueno, hasta aquí la razón de esta misiva que más allá del franeleo, lo que realmente espera es que las conversaciones sigan por el buen rumbo, que se le reconozca a los inversionistas lo que les corresponde, que a las comunidades se les de lo que les pertenece, que las ganancias se utlizan en obras de real envergadura y que el oro, ese oro, por el que tantos han muerto, permita al Perú levantarse del asiento de mendigo en que lo vio, asombrado, el finado Raimondi.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

El diálogo vale oro cuando es "verdadero" y defiende los intereses de los pobres...
Si ud volviera a ser la periodista que fue... Sería distinto.

Marcona Protesta

6:17 p. m.  

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