LA MENTIRA COMO INSTRUMENTO POLITICO EN EL PERU DE HOY
La mentira, es toda una institución en nuestro país. Más aún en ese espeluznante mundo de la política achorada. Tiene exponentes de toda talla, que surgen con una asombrosa facilidad. Para ellos nada es imposible. Al contrario hacen gala de la imaginación y del ingenio, todo al servicio de la farsa.
Para estos personajes no cuenta que el hambre, la miseria, el desempleo, significan cuestiones de Estado y que, por lo tanto, están en el deber de actuar con más respeto a la verdad.Los mentirosos se caracterizan por su sangre fría y por el grosor de su epidermis. Son inconmovibles y tienen una piel a prueba de bala.
Son capaces de todo y de sostener lo insostenible con tal de mantener un protagonismo irresponsable. No toman en cuenta que a la luz de la realidad económica y social del país, quienes son sus oyentes los observan escépticos, cuando no burlonamente.
Es que estos ya no son tiempos para hacerse pasar como charlatanes en busca de incautos a quienes se puede vender sin escrúpulos sebo de culebra. Estas no son épocas para el expendio de pomadas milagrosas y muchos menos para disparos sin pólvora, tan propio de artilleros en retiro.
Entre quienes no les creen nada, están precisamente esos 13 millones de peruanos que viven en la extrema pobreza y que cansados ya de tanta demagogia, demandan ahora no expresiones calenturientas, sino más bien planteamientos que hagan viable la solución de los grandes problemas sociales, que no otra cosa significan no tener nada que llevarse a la boca, morir en las puertas de los hospitales, liberarse del analfabetismo, engrosar el número de delincuentes por la falta de empleo digno.
No es la primera vez que los mentirosos hacen de las suyas. La historia peruana está plagada de personajes que dispuestos a subirse a la tarima de la popularidad, tuvieron que recurrir a la mentira, otros diplomáticamente le llaman demagogia, para concitar el interés de las miradas ciudadanas. Pero, repetimos, ahora son otros tiempos. La miseria, la exclusión, el olvido en que sobreviven millones de compatriotas, no van a terminar a base de patadas ni mediante convocatorias al desorden.
La movilización popular es un derecho, sobre todo cuando a través de ella se hace sentir el malestar de un pueblo engañado. Pero ojo, tal práctica democrática no se debe confundir con el ánimo de jorobar porque asi le salen de los forros, a quien no tiene argumentos para sostener posiciones serias.
Y algo más, preguntamos, qué clase de oposición es esa que pretende hacer las veces de gobierno, que no presenta un plan para salir de la deuda externa, que no muestra un programa para pagar la deuda interna, que no explica cómo y con qué recursos financieros generar puestos de trabajo, que no dice nada sobre la forma de integrar las regiones más pobres al desarrollo del país sin hacerles carreteras, electrificaciones, irrigaciones, que hasta el día de hoy no le explica a la juventud estudiosa cómo incorporarse a la vida productiva, que no sintoniza con la urgencia de mejorar los ingresos fiscales, sin necesidad de llevar al país a un estado de violencia y de pánico a los inversionistas.
Quién o quiénes juegan a la oposición no tienen, si así es la escasez de sus ideas, porqué recurrir al engaño. El palabreo no tiene sentido en circunstancias tan dramáticas, la pirotecnia verbal no tiene lugar. Antes que nada se debe pensar en cómo salir de esta situación de emergencia en que se encuentra la nación.
Que el nuevo gobierno expresó lo que consideró primero, evidentemente forma parte de la tarea que se ha trazado. Que no dijo lo que otros esperaban, ciertamente tiene razones para ello. Pero, ¿ésta es la hora de exigirle rendición de cuentas, de descalificarle a priori porque no utilizó el discurso de sus mayores, de golpearle el rostro porque ha preferido el camino del diálogo y la concertación, antes que el enfrentamiento irracional?.
Por supuesto que no. Al gobierno, en todo caso, hay que pedirle que reflexione sobre la catadura de sus rivales, que se ponga por encima de la minusvalía de sus exigencias y que se levante con fuerza para servir más y mejor a ese pueblo que le ha dado su confianza.
Para estos personajes no cuenta que el hambre, la miseria, el desempleo, significan cuestiones de Estado y que, por lo tanto, están en el deber de actuar con más respeto a la verdad.Los mentirosos se caracterizan por su sangre fría y por el grosor de su epidermis. Son inconmovibles y tienen una piel a prueba de bala.
Son capaces de todo y de sostener lo insostenible con tal de mantener un protagonismo irresponsable. No toman en cuenta que a la luz de la realidad económica y social del país, quienes son sus oyentes los observan escépticos, cuando no burlonamente.
Es que estos ya no son tiempos para hacerse pasar como charlatanes en busca de incautos a quienes se puede vender sin escrúpulos sebo de culebra. Estas no son épocas para el expendio de pomadas milagrosas y muchos menos para disparos sin pólvora, tan propio de artilleros en retiro.
Entre quienes no les creen nada, están precisamente esos 13 millones de peruanos que viven en la extrema pobreza y que cansados ya de tanta demagogia, demandan ahora no expresiones calenturientas, sino más bien planteamientos que hagan viable la solución de los grandes problemas sociales, que no otra cosa significan no tener nada que llevarse a la boca, morir en las puertas de los hospitales, liberarse del analfabetismo, engrosar el número de delincuentes por la falta de empleo digno.
No es la primera vez que los mentirosos hacen de las suyas. La historia peruana está plagada de personajes que dispuestos a subirse a la tarima de la popularidad, tuvieron que recurrir a la mentira, otros diplomáticamente le llaman demagogia, para concitar el interés de las miradas ciudadanas. Pero, repetimos, ahora son otros tiempos. La miseria, la exclusión, el olvido en que sobreviven millones de compatriotas, no van a terminar a base de patadas ni mediante convocatorias al desorden.
La movilización popular es un derecho, sobre todo cuando a través de ella se hace sentir el malestar de un pueblo engañado. Pero ojo, tal práctica democrática no se debe confundir con el ánimo de jorobar porque asi le salen de los forros, a quien no tiene argumentos para sostener posiciones serias.
Y algo más, preguntamos, qué clase de oposición es esa que pretende hacer las veces de gobierno, que no presenta un plan para salir de la deuda externa, que no muestra un programa para pagar la deuda interna, que no explica cómo y con qué recursos financieros generar puestos de trabajo, que no dice nada sobre la forma de integrar las regiones más pobres al desarrollo del país sin hacerles carreteras, electrificaciones, irrigaciones, que hasta el día de hoy no le explica a la juventud estudiosa cómo incorporarse a la vida productiva, que no sintoniza con la urgencia de mejorar los ingresos fiscales, sin necesidad de llevar al país a un estado de violencia y de pánico a los inversionistas.
Quién o quiénes juegan a la oposición no tienen, si así es la escasez de sus ideas, porqué recurrir al engaño. El palabreo no tiene sentido en circunstancias tan dramáticas, la pirotecnia verbal no tiene lugar. Antes que nada se debe pensar en cómo salir de esta situación de emergencia en que se encuentra la nación.
Que el nuevo gobierno expresó lo que consideró primero, evidentemente forma parte de la tarea que se ha trazado. Que no dijo lo que otros esperaban, ciertamente tiene razones para ello. Pero, ¿ésta es la hora de exigirle rendición de cuentas, de descalificarle a priori porque no utilizó el discurso de sus mayores, de golpearle el rostro porque ha preferido el camino del diálogo y la concertación, antes que el enfrentamiento irracional?.
Por supuesto que no. Al gobierno, en todo caso, hay que pedirle que reflexione sobre la catadura de sus rivales, que se ponga por encima de la minusvalía de sus exigencias y que se levante con fuerza para servir más y mejor a ese pueblo que le ha dado su confianza.
3 Comments:
Es cierto que es pronto para juzgar lo que hace un gobierno nuevo de congresistas novatos, presidente nuevo, ministros sin mayor experiencia. Pero estamos hablando de gente que tiene muchos años en la politica, esa que ha desprestigiado la palabra "congresista" que ahora se dice otorongo..., de aquel presidente que elegimos a regañadientes porque no había otro mejor ("mal menor" a decir de MVLL y de millones en el país), porque no quisimos lanzarnos a una piscina de esperanzas unicamente.
Bien, parece que en la situación que ha comenzado este gobierno no le queda otra que dar muestras claras que no son ellos los "dueños del santo" sino nosotros -el resto de peruanos no apristas- que exigimos ver lo que aprendieron en mas de 60 años de experiencia en politica, con un gobierno anterior que mejor no hablamos y congresistas que ahora parecen despertar a nobles causas.
En verdad no estan mal para empezar, pero van a tener que pasar 5 años en la mira de todos los peruanos (en especial de los periodistas que no se corrompen) ya que estan "a prueba", como cualquier empleado que decidimos retomar a pesar de habernos fallado en una primera ocasión.
Creo que en general la población ha madurado algo en estos ultimos años sino no estaría el Apra en el gobierno.
César.
Hola Cecilia, te saluda Victor Leonardi y me da gusto poder encontrar tu blog y poder filosofar con tus escritos. Siempre veía tu programa cuando residía en Lima. Quería compartir un blog contigo, es de mi padre Don Victor Leonardi más conocido como "El artista" que también fue periodista, trabajó en el desaparecido diario La crónica y con mi madre tratamos de dar a conocer sus artes a quienes no llegaron a conocerle, su blog es : http://el-artista-leonardi.blogspot.com/ , Encontraras muchas caricaturas. Muchas gracias por tu atención y que continuen los éxitos.
Victor Leonardi Blondet
Siempre te estoy siguiendo en el programa. En Peru ya no se habla de dignidad ni de honor...porque la mentira es el instrumento politico de hoy. Se premia la mentira. Y se hace patria mediante el mercantilismo y el trafico de influencias. Te felicito, pero no pierdas tu acidez critica. Te invito a mi blog: www.eudmed.blogspot.com. De ahi puedes encontrar articulos mios en el enlace del Referente Libertad y lecturas seleccionadas en Liberal-Thinking.
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