sábado, julio 29, 2006

AJUSTAR LOS CINTURONES, AUSTERIDAD PARA TODOS


El distorsionado País de las Maravillas que dejó Alejandro Toledo, con un sueldo presidencial de 42 mil soles mientras exigía sacrificios a policías y maestros que sobrevivían con salarios por debajo de los mil soles, empezó a desmoronarse con la política de austeridad anunciada por el presidente, Alan García, No se trata de una medida populista, como dirían los conservadores de siempre, sino de un necesario gesto de voluntad política para recuperar la credibilidad de la ciudadanía en el alicaído prestigio de nuestras instituciones, especialmente ante la herencia nefasta dejada por los otorongos en el Congreso de la República.

Este gesto inicial contrasta con el de Toledo Manrique quien en el 2001 no tuvo mejor idea que aumentarse el sueldo, pese a que en su gestión todos sus gastos personales son cubiertos por el Estado, provocando con su pésimo ejemplo una ola de aumentitis de la que no dudaron en aprovechar los Padres de la Patria.

Durante cinco años, el ex mandatario de la Chakana se la pasó haciendo mil barajos para que no tocasen su sueldo mensual de 42 mil soles mientras los legisladores defendían con garras, perdón con uñas, sus ingresos que totalizaban más de 26 mil soles, aparte de gratificaciones, bonos de escolaridad , instalación y desinstalación.

Es decir, el carnaval económico a expensas del Tesoro Público.Estos mismos personajes se unían a coro para demandar sacrificios al pueblo, negaban ínfimos aumentos a los servidores estatales a quienes se entrega una gratificación de 200 soles mientras los otorongos cobraban 23 mil soles, negando los muy criollos ser funcionarios públicos, cuando les convenía, y deduciendo con su jugoso sueldo los gastos de representación García Pérez presentará proyectos de Ley para reducir el sueldo presidencial de 42 mil a 16 mil soles, es decir por debajo de la mitad salarial que percibió Toledo Manrique durante cinco años.

Los congresistas percibirán 15, 600 por todo concepto y se fijará la Unidad Remunerativa del Sector Público en 2,600 soles.Como Alejandro Magno con el nudo gordiano, es necesario acabar con esta danza de jugosos sueldos con un golpe de espalda antes de perderse en desenredar lo imposible porque los otorongos, a la hora de cobrar, superan sus discrepancias políticas y se ayudan con inquebrantable solidaridad de bolsillos.Con la política de austeridad en marcha se abordará el caótico sistema salarial en la administración pública, donde una gran mayoría recibe sueldos de miseria mientras otros se llevan en carretilla los billetes, a falta de un adecuado escalafón y sistema de control.

En el régimen toledista los sueldos tenían la siguiente escala: Presidente de la República: S/42,921; Ministro: S/34,839; Premier S/40,470; magistrados del Tribunal Constitucional: S/26,100: Fiscal de la Nación: S/26,730; Presidente de Corte Suprema: S/26,730; Miembros del JNE: S/. 26,100. Lo que percibía un congresista era S/. 10,300 por remuneración y S/16,200 por Gastos Operativos.

Es decir , ingresos por un total de 26 mil 800 soles. Sin embargo, los llamados Gastos Operativos solo están sujetos a justificación documentaria en un 30% y , aunque parezca increíble, fue utilizada para incrementar las gratificaciones, bonificación y cálculo vacacional, pese a no tener ningún asidero legal.

De esta manera, el legislador percibía aproximadamente 26 mil 800 soles mensuales pero solo pagaba impuestos a la Renta de Quinta Categoría por 10 mil 300, menos de la mitad de sus ingresos.

Las discusiones sobre este tema fueron más engorrosas y bizantinas que decidir si fue primero el huevo o la gallina, mientras los Padres de la Patria cobraban religiosamente.

Ahora el nuevo Congreso de la República debe aprobar los mencionados proyectos de Ley para reinvindicarse ante la ciudadanía y cumplir sus promesas electorales sin hacer caso a voces aisladas, como el de la legisladora fujimorista, Martha Hildebrandt, quien insiste en austeridad para el personal administrativo pero sin tocar un céntimo de su sueldo.