SEIS MUJERES MINISTRAS UNA EXPERIENCIA INEDITA

Los ojos de 13 millones de peruanos que viven en la extrema pobreza, deben estar observando los rostros de las seis ciudadanas que han acudido a la convocatoria del Presidente Alan García Pérez, para integrar el gabinete ministerial de lo que será su segunda gestión como mandatario de la nación.Esos son los de bajo. Pero también hay otros.

Unos que están al comenzar la escalera, otros a medio piso y unos pocos arriba, en el penthouse de la tranquilidad financiera. Son 13 millones más, entre ellos la mayoría pobres o casi pobres y unos pocos con estabilidad económica, que igualmente miran con expectativa qué pasará con tanta mujer en un cuerpo político y en circunstancias tan difíciles en un país, en donde hace falta riqueza y la que existe no alcanza para todos.Lo cierto es que se trata de una experiencia inédita y, también, del cumplimiento de una promesa ante un electorado que en su mayoría es femenino.

Sin embargo, siendo una iniciativa loable, que rompe con una vieja tradición y que hace justicia al valor que tiene la mujer de nuestra patria, ello no significa la seguridad de una gestión que debe ser eficiente y transparente. Por eso, la calma debe imperar y la crítica esperar.

Hemos tenido oportunidad de revisar la hoja de vida de cada una de ellas. Asi es que si nos remitimos a la misma, debemos de respirar tranquilos, porque se trata de personas altamente calificadas, con experiencias que dicen mucho de su idpneidad y, sobre todo, identificadas con el anhelo común de hacer algo importante por el país.Los casos de Susana Pinilla en Trabajo, de Virginia Borra en Mujer y Desarrollo, de María Zavala en Justicia, de Pilar Mazzetti en Interior, de Verónica Zavala en Transportes y de Mercedes Aráoz en Comercio Exterior y Turismo, demuestran que el Perú cuenta con un capital humano que está en posibilidades gratas de afrontar el reto del desarrollo, de la exclusión, de la integración.

De tal manera que resulta ocioso observar el futuro de su gestión con un solo ojo, de la misma manera como es inconcebible que se pretenda eclipsar a todo el equipo que preside Jorge del Castillo, tratándole de derechista, sin antes meditar sobre la realidad nacional.Hay un largo camino por recorrer.

En el transcurso de las últimas elecciones el ciudadano común y corriente estuvo atento al discurso de los candidatos. Y dio su voto. Es decir escogió la ruta que mejor le parecía. Ese itinerario, en consecuencia, no se puede cambiar. Hay que sacar al país de su estado de subdesarrollo. El equipo ministerial, con seis mujeres integrándolo, tiene esa tarea a cumplir.