NUESTROS INTELECTUALES
¡Ah, nuestros intelectuales!. Siempre torrenciales, eruditos, enciclopédicos, pero casi nunca consustanciados con la realidad, aunque siempre oportunos con el poder político. Se trata de una especie difícil de clasificar, entonces.
El Intelectual, hombre o mujer, entendido o definido desde la acepción extensiva es quien cotidianamente se acompaña de las palabras para convertirlas en conceptos y luego en pensamientos, y tiene a los libros muy cerca suyo.
Aquí hacen columna india los profesionales y estudiantes universitarios en general.
Pero ajustada la definición, intelectuales son los que con sus pensamientos enrumban la historia, desarrollan la conciencia y nutren la imaginación, mejoran la calidad de vida, acosan al cosmos y desafían a los dioses. Son creadores en definitiva: científicos, artistas, filósofos y literatos, autodidactas incluidos .
Son quienes dirigen sus operaciones mentales para inventar soluciones.Aquí abordaremos a nuestros intelectuales ligados a las ciencias sociales.
Que como sabemos hemos tenido y tenemos muchos. Intelectuales en íntima e ininterrumpida relación con las corrientes más sofisticadas del pensamiento social venidas del Primer Mundo.
En todos ellos - por los menos hasta los años ochenta del siglo pasado ? hubo un ingrediente racista, ya sea expreso o inconsciente frente al indio, al negro o al chuncho.
Conducta intelectual que ha ido diluyéndose en estos últimos años; sin que ello signifique que las últimas hornadas intelectuales se hayan volcado al estudio concreto de la realidad peruana, a los muchos países y culturas que hay en las entrañas del Perú.
Comportamientos que no se concretan porque las tres grandes matrices ideológicas fueron aceptadas desde el inicio a raja tabla, incondicionalmente, sin crítica y adaptación alguna.
Son la Escolástica Teologal, propiamente de la religión católica, el Liberalismo, más tarde el neo liberalismo, y también el marxismo.
Tales son las levaduras del Perú oficial .Así, inclusive nuestros primeros intelectuales, el Inca Garcilazo de la Vega y Huamán Poma de Ayala, autores de hermosos libros, fueron condicionados intelectualmente por el catolicismo.
Desde luego mucho más en Garcilazo.Y si releemos a esa pléyade de intelectuales de la Independencia y de los primerísimos años de la República (Olavide, Vizcardo y Guzmán, Rodríguez de Mendoza, Unanue, Luna Pizarro, Sánchez Carrión, entre otros) también veremos que sus escritos y emociones no nacen del Perú real, sino de las placentas liberal y teologal.
Otro tanto acontece con ese grupo de eruditos, miles de veces citados, con los García Calderón, Riva Agüero, Víctor Andrés Belaunde, José Encinas, Emilio Romero, etcétera. Hacen la diferencia González Prada, Luis Valcárcel, Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui.
González Prada potenciando la indignación de los sectores populares desde el positivismo; Valcárcel convierte en actores a los indios, acompañándose del indigenismo; Haya a la clase media desde el liberalismo y Mariátegui al proletariado desde el marxismo.
¿Y qué acontece con los nuevos intelectuales?A pesar de las diferencias de sensibilidad y solidaridad por el Perú, lo cierto y lamentable es que también éstos prescinden del Perú real. Unos lo hacen descaradamente desde el neo liberalismo, con crucifijo en mano; otros, a partir de un recodo perdido del marxismo; y no falta quienes se nutran de los ecos de un trasnochado indigenismo.
Todo esto también explica que los propios partidos políticos no hayan logrado hasta la fecha articularse con el Perú real.
Las elecciones regionales y municipales que concluyeron demuestran precisamente la ausencia de un pensamiento propio, de intelectuales capaces de proponer a los políticos ideas que conviertan la diversidad en unidad.
Porque no olvidemos que si bien la regionalización y el descentralismo son impostergables y vitales, también lo es la construcción del Perú unitario, sobre la base de un proyecto nacional.Como vemos, la realidad sigue esperando a nuestros intelectuales.
Ya es tiempo de horadar a ésta y poner sus frutos al alcance de todos. Es cuestión de sentir al Perú y no separar la inteligencia de la acción.
El Intelectual, hombre o mujer, entendido o definido desde la acepción extensiva es quien cotidianamente se acompaña de las palabras para convertirlas en conceptos y luego en pensamientos, y tiene a los libros muy cerca suyo.
Aquí hacen columna india los profesionales y estudiantes universitarios en general.
Pero ajustada la definición, intelectuales son los que con sus pensamientos enrumban la historia, desarrollan la conciencia y nutren la imaginación, mejoran la calidad de vida, acosan al cosmos y desafían a los dioses. Son creadores en definitiva: científicos, artistas, filósofos y literatos, autodidactas incluidos .
Son quienes dirigen sus operaciones mentales para inventar soluciones.Aquí abordaremos a nuestros intelectuales ligados a las ciencias sociales.
Que como sabemos hemos tenido y tenemos muchos. Intelectuales en íntima e ininterrumpida relación con las corrientes más sofisticadas del pensamiento social venidas del Primer Mundo.
En todos ellos - por los menos hasta los años ochenta del siglo pasado ? hubo un ingrediente racista, ya sea expreso o inconsciente frente al indio, al negro o al chuncho.
Conducta intelectual que ha ido diluyéndose en estos últimos años; sin que ello signifique que las últimas hornadas intelectuales se hayan volcado al estudio concreto de la realidad peruana, a los muchos países y culturas que hay en las entrañas del Perú.
Comportamientos que no se concretan porque las tres grandes matrices ideológicas fueron aceptadas desde el inicio a raja tabla, incondicionalmente, sin crítica y adaptación alguna.
Son la Escolástica Teologal, propiamente de la religión católica, el Liberalismo, más tarde el neo liberalismo, y también el marxismo.
Tales son las levaduras del Perú oficial .Así, inclusive nuestros primeros intelectuales, el Inca Garcilazo de la Vega y Huamán Poma de Ayala, autores de hermosos libros, fueron condicionados intelectualmente por el catolicismo.
Desde luego mucho más en Garcilazo.Y si releemos a esa pléyade de intelectuales de la Independencia y de los primerísimos años de la República (Olavide, Vizcardo y Guzmán, Rodríguez de Mendoza, Unanue, Luna Pizarro, Sánchez Carrión, entre otros) también veremos que sus escritos y emociones no nacen del Perú real, sino de las placentas liberal y teologal.
Otro tanto acontece con ese grupo de eruditos, miles de veces citados, con los García Calderón, Riva Agüero, Víctor Andrés Belaunde, José Encinas, Emilio Romero, etcétera. Hacen la diferencia González Prada, Luis Valcárcel, Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui.
González Prada potenciando la indignación de los sectores populares desde el positivismo; Valcárcel convierte en actores a los indios, acompañándose del indigenismo; Haya a la clase media desde el liberalismo y Mariátegui al proletariado desde el marxismo.
¿Y qué acontece con los nuevos intelectuales?A pesar de las diferencias de sensibilidad y solidaridad por el Perú, lo cierto y lamentable es que también éstos prescinden del Perú real. Unos lo hacen descaradamente desde el neo liberalismo, con crucifijo en mano; otros, a partir de un recodo perdido del marxismo; y no falta quienes se nutran de los ecos de un trasnochado indigenismo.
Todo esto también explica que los propios partidos políticos no hayan logrado hasta la fecha articularse con el Perú real.
Las elecciones regionales y municipales que concluyeron demuestran precisamente la ausencia de un pensamiento propio, de intelectuales capaces de proponer a los políticos ideas que conviertan la diversidad en unidad.
Porque no olvidemos que si bien la regionalización y el descentralismo son impostergables y vitales, también lo es la construcción del Perú unitario, sobre la base de un proyecto nacional.Como vemos, la realidad sigue esperando a nuestros intelectuales.
Ya es tiempo de horadar a ésta y poner sus frutos al alcance de todos. Es cuestión de sentir al Perú y no separar la inteligencia de la acción.
1 Comments:
Uy, acabo de encontrar tu blog, lo leí y me encantó. No se quién eres, pero bueno eso no importa ¿o si? pero en resumen, es gratificante, recrearse con materias controversiales.Felicidades.
OSNIEV.
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